Todos decían que no teníamos nada en común, que éramos polos opuestos, que no entendían como era que estábamos juntos, pero no sabían nada sobre nosotros, ¿no es así? Ellos no sabían que lo mejor que cocinas son mis panqueques favoritos, tampoco sabían que nos gusta la física y hacemos chistes malos, y es que jamás nos vieron poner las cortinas o tender la cama, en las noches de los sábados lavando la ropa, no, ellos no sabían nada. Jamás nos vieron escogiendo una película en netflix, haciendo el desayuno y comida del domingo, en nuestro insomnio donde te gustaba contarme historias, y es que eras un gran orador y yo la mejor escuchando tus historias, tus viajes, tus miedos, tu pasado, tu infancia. Nadie nos miro mientras me abrazabas, mientras me cubrías por completa con tus brazos, ellos no podían notar que cada vez que mi mundo se derrumbaba tú estabas debajo sosteniéndome, nadie se percato de lo bien que encajaba en ese espacio entre tu cuello y tus hombros. No, nadie entendió nunc