Nunca me ha gustado compartir mi cama con nadie, pero cuando tu anatomía comparte mi espacio, todo es diferente, es como si nuestras gravedades se atrajeran desde lo más profundo, no importa en que situación estemos, mi cuerpo busca el tuyo y este corresponde a mi tacto, estamos tan cómodos siendo nosotros mismos el uno con el otro que ni siquiera nos detenemos a pensar que es todo esto que nos lleva a ser un todo sin ser nombrado
Nunca me ha gustado compartir mi cama con nadie, pero cuando tu anatomía comparte mi espacio, todo es diferente, es como si nuestras gravedades se atrajeran desde lo más profundo, no importa en que situación estemos, mi cuerpo busca el tuyo y este corresponde a mi tacto, estamos tan cómodos siendo nosotros mismos el uno con el otro que ni siquiera nos detenemos a pensar que es todo esto que nos lleva a ser un todo sin ser nombrado
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