Ir al contenido principal

La Evolución de la mismísima Nada



Mirando en retrospectiva algo que no quiere ser mirado, mientras como algo que no quiero comer, mientras amo a alguien que no quiere ser amado, y usando unos pulmones que por nada del mundo quieren ser usados.

Trato de estar tranquila ante esto de ser yo misma, pero diferente en todos sentidos, ha esto en lo  que me he convertido poco a poco, algo que no me gusta pero tengo que ser, algo que nunca pensé ser pero me sale de maravilla.

Y entre en tanto en tanto y de a poco en poco, voy haciendo esto y lo otro, y de repente ya no sé ni que termino deshaciendo, y termino con uno, dos, tres, cien, doctorados en romper todo aquello que toco, creo que ya dependo de ello.

Estoy sentada pero en un estado de limbo absoluto me pregunto que haría mi pasado yo si me tuviera enfrente ahora, y no sé si llegue muy rápido a ese estado donde lo único que importa es no salir con mas pedazos rotos que los que ya traes.

Y miro todos esos recuerdos con aquella sonrisa que ya no esta más y son como una leyenda urbana, una imagen desdibujada, distorsionada de algo que que tal vez fue, pero ya no es.

¿Que fue de esa chica? 

¿A donde fue?

¿Volverá?

¿Existió?

Y las dudas de la existencia me atacan y los deberes me persiguen como un monstruo devorador de vidas, así que me siento en el sillón a mirar mi vida rodar para irse por el escusado, y poco poco duele menos, poco a poco se siente menos, y ya ¿que mas da? 

Y cuando extraño aquella niña solo basta echar un vistazo a aquello que la hizo desaparecer para saber que aquí aun que todo esta mal, podría estar peor. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Procrastinando entre el Vodka y el Prozac.

1. Se me han perdido las ganas de vivir y la ultima vez que las vi fue en una sonrisa y un par de ojos azules. 2. Se me ha llenado la vida de un vació aterrador y no sé como salir de esta si tus brazos no me están esperando. 3. Nuestro equipo favorito ha ganado pero ya no me sabe a nada, debimos haberlo visto juntos. 4. No sé cocinar solo para uno (¿por qué te fuiste?) 5. ¿Y ahora como le hago para seguir conmigo pero sin ti? 6. ¿Como controlo estas ganas de odiarte y de extrañarte al mismo tiempo? 69. Te necesito en mi cama no bajo tierra. 13. No sé que paso contigo y conmigo, solo sé que un día ya no estábamos. 7. Eres lo mejor que le ha pasado a mi miserable existencia. Te odio. 8. ¿Que se hace cuando conoces tanto a una persona y esa persona te conoce tanto que ya no se sabes donde terminas tú y comienza el otro? 9. ¿Qué se hace cuando esta persona ya no esta? 10. Lo siento estoy muy triste ahora, llama en otra vida.

Como perderlo todo y no fracasar en el intento

Siempre odie que tuvieras la razón en todo, y el cómo con tu paciencia sabias manejar hasta mi más insoportable forma de ser, odie que supieras que me da frío cuando me pongo triste, te odie más cuando aprendiste a ver más allá de mi indiferencia, odie  dejarte ganar sentía que si eso pasaba  te irías y esta idea la odiaba aun más, odie que supieras mis sentimientos aun mejor que yo. Y si te fuiste Y si ganaste Y tal vez me justifique diciendo que no te extraño por las razones correctas pero el punto es que entre nosotros nunca importaron las razones solo los sentimientos, y es sábado y estoy insoportable y te echo terriblemente de menos.

Las Cosas que pasan

Hace unos días fue tu cumpleaños, tu quinto cumpleaños sin que apagues la velita del cup-cake comprado pero que finjáis creer que lo había horneado yo, recuerdo que sonreías con esos dientes perfectos (como todo tú). Recuerdo tu ultimo cumpleaños que pasamos juntos, no nos habíamos hablado en unos meses así que llegue con ese clásico pastelillo y un me disculpas dicho con mis ojos porque ya sabes lo orgullosa que soy, no hizo falta más y ya éramos los mismos de siempre, era fascinante como  conseguíamos volver a ese par de personas que se necesitaban el uno al otro sin saber el porque, fue uno de los mejores días. He pasado los últimos 2 años maldiciéndote cada vez que me siento sola y veo como mi mundo se me cae a pedazos, porque en lo único que puedo pensar es que prometiste que nunca nadie me haría daño, pero ahora, justo hoy lo único en lo que puedo pensar es en tu cumpleaños y lo felices que éramos sin saber lo que se venia en poco tiempo.