Ir al contenido principal

el por qué del no sé


llore...
llore por él, por mi, por ti, porque así lo sentía, porque así lo quería, y por todos los por qué que la vida no me había resuelto.

Llore, por aquel por qué que dejo algo de mi muerto por dentro.
Llore, por esa ausencia que sigo sin entender
Llore, mucho...

Y me sigo cuestionando que versión estaría bien seguir, acaso no nos va de maravilla ser la hija de puta que no siente un carajo, de que nos ha servido ahora, solo para sentirnos estúpidas de nuevo pero me cuestiono de nuevo y digo que sentir esta bien, que me agrada, que me gusta, que me hace sentir una mierda menos apestosa, y me cuestiono que me haría menos ruinas, destruir o volver a tirar algo que ya esta roto, y estoy divagando fuera de contexto sintiendo este presente redundancia porque me sabe a un futuro insípido donde trato de llenar algo que se me quedo vacío, con un polvo mediocre, pero a ese yo del futuro no siente nada al sentir las manos, los besos o el aliento agitado y me pregunto si quiero eso, pero luego justo antes de contestar el pasado me dan toque en el hombro que me hace voltear y veo como todos los esfuerzos por hacerle entender a ese hombre que lo único que yo quería era mirarlo mucho han sido en vano y que no importa que siempre sera en vano, y no sé si lo que me he tragado es mi orgullo porque me ha sabido a dignidad, así que mi mente vaga una vez más recorriendo el hipotálamo y eso metafórico que llamamos corazón, y me tomo un segundo para darme cuenta que extraño tanto a esa niña frágil e ingenua, y me siento como esos niños que descubren por primera vez que los reyes magos no existen, y me digo que todo va a estar bien y le sumo un punto a la hija de puta que me dice vamos levántate que este presente  se volverá pasado y  ya no valdrá la pena.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Como perderlo todo y no fracasar en el intento

Siempre odie que tuvieras la razón en todo, y el cómo con tu paciencia sabias manejar hasta mi más insoportable forma de ser, odie que supieras que me da frío cuando me pongo triste, te odie más cuando aprendiste a ver más allá de mi indiferencia, odie  dejarte ganar sentía que si eso pasaba  te irías y esta idea la odiaba aun más, odie que supieras mis sentimientos aun mejor que yo. Y si te fuiste Y si ganaste Y tal vez me justifique diciendo que no te extraño por las razones correctas pero el punto es que entre nosotros nunca importaron las razones solo los sentimientos, y es sábado y estoy insoportable y te echo terriblemente de menos.

Procrastinando entre el Vodka y el Prozac.

1. Se me han perdido las ganas de vivir y la ultima vez que las vi fue en una sonrisa y un par de ojos azules. 2. Se me ha llenado la vida de un vació aterrador y no sé como salir de esta si tus brazos no me están esperando. 3. Nuestro equipo favorito ha ganado pero ya no me sabe a nada, debimos haberlo visto juntos. 4. No sé cocinar solo para uno (¿por qué te fuiste?) 5. ¿Y ahora como le hago para seguir conmigo pero sin ti? 6. ¿Como controlo estas ganas de odiarte y de extrañarte al mismo tiempo? 69. Te necesito en mi cama no bajo tierra. 13. No sé que paso contigo y conmigo, solo sé que un día ya no estábamos. 7. Eres lo mejor que le ha pasado a mi miserable existencia. Te odio. 8. ¿Que se hace cuando conoces tanto a una persona y esa persona te conoce tanto que ya no se sabes donde terminas tú y comienza el otro? 9. ¿Qué se hace cuando esta persona ya no esta? 10. Lo siento estoy muy triste ahora, llama en otra vida.

Las Cosas que pasan

Hace unos días fue tu cumpleaños, tu quinto cumpleaños sin que apagues la velita del cup-cake comprado pero que finjáis creer que lo había horneado yo, recuerdo que sonreías con esos dientes perfectos (como todo tú). Recuerdo tu ultimo cumpleaños que pasamos juntos, no nos habíamos hablado en unos meses así que llegue con ese clásico pastelillo y un me disculpas dicho con mis ojos porque ya sabes lo orgullosa que soy, no hizo falta más y ya éramos los mismos de siempre, era fascinante como  conseguíamos volver a ese par de personas que se necesitaban el uno al otro sin saber el porque, fue uno de los mejores días. He pasado los últimos 2 años maldiciéndote cada vez que me siento sola y veo como mi mundo se me cae a pedazos, porque en lo único que puedo pensar es que prometiste que nunca nadie me haría daño, pero ahora, justo hoy lo único en lo que puedo pensar es en tu cumpleaños y lo felices que éramos sin saber lo que se venia en poco tiempo.