Días Impares

Quiero que conozca la verdad sobre los días impares...

Es la pequeña estrofa que resuena en mi cabeza, es la madrugada de un lunes cualquiera que aun se siente domingo, nunca te lo dije pero esta canción siempre me ha sabido a ti, a nosotros.

Me he encontrado este texto a medio escribir, se ha quedo a mitad de frase, lo cierto es que me suena a nosotros, así siempre a mitad de nada, es la madrugada de un martes de cualquier día de Septiembre y por alguna extraña razón no he parado de pensarte en los últimos días (año) que va de mi existencia, me he puesto a pensar que es aquello que me ha pasado contigo

De que manera aprendí a quererte que ahora ya no me llena nadie.

Y es que debo confesar que todo aquello fue tan fluido, tan natural, que ni siquiera me di cuenta cuando comencé a enamorarme de ti, mucho menos cuando ya estaba irremediablemente perdida de eso a lo que en las películas, y las grandes novelas de literatura llaman amor.

Porque has sido la única persona a la que he amado sin dejar de amarme a mi misma.

Contigo más allá de sentirme completada compartía mi plenitud; y estoy sentada en mi sala pero ahora me falta tu cuerpo tumbado a lado mio pidiendo 5 minutos más para regresar a la rutina del día a día, pienso en lo que estuvimos haciendo hace un año, no lo recuerdo pero sé, que estábamos juntos.

Después de tantas vueltas en la cama y de cansarme de contarle a las ovejas sobre ti, me he percatado que me han quedado tantas palabras para ti que he tenido que verme en la necesidad de venir a escribirlas aquí, aunque tal vez nunca les leas,  y es que me ha faltado decirte que: me gustaba tomarte fotos dormido o distraído, que sonreía cuando tu te volteabas, que siempre pensé que eras la octava maravilla, y que no hay persona a la que admire más, que te ves muy mono cuando hablas de aquello que te apasiona, y que te hubiera seguido al fin de los tiempos si me lo hubieses pedido.

Qué gracia no crees, que solo bastara una platica nocturna y un par de miradas aquel 6 de Febrero para lograr construir toda esta historia, que a pesar de todo y de todos, no le cambiaría ni por el mas brillante final alternativa en cualquier rincón del mundo con cualquier otra persona.

Y como ya te estoy extrañando mucho me doy la vuelta para abrazar a aquel pedacito que me quedo de ti, siempre he creído que tiene lo mejor de ambos, es todas nuestras imperfecciones combinadas creando la mayor de la perfecciones posibles, me tranquiliza, tiene tu olor, tus gestos, y tu mal carácter, y así sin más, trato de conciliar mis sueños esperando que los recuerdo me den tregua un día más.